Y es que la palabra democracia significaba para ellos lo que nosotros calificaríamos hoy como asambleísmo. How and Why do People get Involved in Politics?, En las sociedades democráticas, pues, la participación ciudadana es la pareja indispensable de la representación política. San Pablo y Brasilia concentran gran parte de las movilizaciones que comenzaron a mediodía y que tendrán como punto cúlmine en horas de la noche. Aquel puente entre representación y participación políticas, que en principio aparecía construido con votos, se desdobla así en una gran variedad de relaciones distintas, formada por múltiples intercambios recíprocos entre las autoridades formales y los ciudadanos organizados. Lester W. Milbrath, un autor norteamericano de los años sesenta, proponía una larga serie de dicotomías para tratar de distinguir algunas de las formas que podía adoptar esa participación, a partir de una revisión general de los estudios empíricos que se habían formulado hasta entonces. Ambas formas constituyen, también, una especie de seguro en contra de la tendencia a la exclusión partidista y parten, en consecuencia, de un supuesto básico: silos representantes políticos no desempeñan su labor con suficiente amplitud, los ciudadanos pueden participar en las tareas legislativas de manera directa. Término difícil y polémico, que varios autores interpretan como una trampa para eximir a los gobiernos de las responsabilidades que supone su calidad representativa, pero que de cualquier modo reproduce bien las dificultades cotidianas que encara cualquier administración pública. Y en este sentido, también es esencial la preparación moral de los ciudadanos - la cultura política - para sostener la posibilidad misma de participar en los momentos decisivos.15. Créditos: Cuartoscuro. Como vimos en la introducción a estas notas, en la práctica es imposible que todos los ciudadanos participen en todos los asuntos de manera simultánea. Mucha gente se contenta en la vida con echar la culpa de todo lo que ocurre a «los políticos» y ahí se quedan. Sin embargo, no sólo el tamaño de aquellas ciudades hacía posible esa forma de democracia directa, sino sobre todo la distinción previa de quienes gozaban de la condición ciudadana. 1. Este instrumento es el idóneo también para consultar la creación o supresión de municipios. En otras palabras: la participación es indispensable para integrar la representación de las sociedades democráticas a través de los votos, pero una vez constituidos los órganos de gobierno, la participación se convierte en el medio privilegiado de la llamada sociedad civil para hacerse presente en la toma de decisiones políticas. Hemos sido testigos del gran interés que los ciudadanos han manifestado recientemente por participar activamente en la toma de decisiones públicas, eso nos demuestra que nos encontramos en un período de transición hacia una democracia cada vez más participativa; tal es el caso de una solicitud de plebiscito presentada hace unos días ante el Instituto Electoral. la participación ciudadana podía, en fin, producir insumos al sistema político en su conjunto, o simplemente reaccionar frente a los productos de ese sistema. Una aseveración en este sentido puede parecer obvia y trivial, pero no lo es. PoliticalAttitudes and Democracy in Five Nations, Princeton University Press, 1963. Dentro de los tipos o formas de participación se distinguen dos grandes ámbitos: • El público, que obedece a aspectos más globales e incluye dentro de este la participación ciudadana y la política, y • El privado, en el que se encuentran la participación social y la comunitaria, que tienen como objetivo atender los intereses comunes de la comunidad o mejorar . Pero las tradiciones feudales todavía pesaban mucho al comenzar el siglo pasado, de modo que no fue sencillo -y todavía hay quienes siguen discutiendo ese punto - romper la lógica del llamado mandato imperativo. Participa en acciones que promueven el bienestar común es que proponga y gestione iniciativas vinculadas con el interés común y con la promoción y defensa de los derechos humanos, tanto en la escuela como en la comunidad. No sabemos cómo es la sociedad justa, porque queremos que la nuestra lo sea. Luis F. Aguilar Villanueva, El estudio de las políticas públicas. Además, también hay marchas en Nueva York, Buenos Aires, Berlín y Barcelona, entre otras ciudades del . No era lo mismo entregar el poder al pueblo, para que éste lo ejerciera a través de deliberaciones multitudinarias controladas por unos cuantos, que convertir al gobierno en una república: en asunto de todos. De modo que fue preciso crear parlamentos para darle curso a la representación popular e instaurar métodos y procedimientos para elegir a los nuevos representantes. Por eso, el . No era la voluntad popular la que había llevado a la formación del gobierno sino los ancestros del poderoso y, en última instancia, la voluntad de Dios. Camps, Victoria, Virtudes públicas, Espasa-Calpe, Madrid, 1990. Son éstas las virtudes indisociables de la democracia. 2014. Y de ahí también que las otrora distantes autoridades administrativas hayan ido mudando sus procedimientos para seleccionar prioridades por nuevos mecanismos de intercambio constante con los ciudadanos que han de atender. Si antes dijimos que los monarcas absolutos eran responsables únicamente ante Dios, ahora hay que agregar que la responsabilidad de sus súbditos no era como la que han conocido las democracias modernas, porque ellos no participaban en la confección de las leyes que los regían. La iniciativa ciudadana es el mecanismo por el cual los ciudadanos pueden presentar al Congreso del Estado, proyectos de creación, modificación, reforma, adición, derogación o abrogación de leyes y decretos. Mauricio Merino es egresado de la Escuela Nacional del Estudios Profesionales de Acatián. Así pues, aunque con mucha frecuencia se les confunda como formas de participación, conviene tener claro que ni la rebelión ni la movilización cumplen esos dos requisitos. Más tarde vinieron los derechos políticos que ensancharon las posibilidades de participación de los ciudadanos en la elección de sus gobernantes. Esos espectadores, desde las tribunas, transmiten mensajes, advertencias y ánimo a los gladiadores y, en un momento dado, votan para decidir quién ha ganado una batalla específica. Pero esto no significa que esos estímulos producirán una especie de reacción automática de los individuos: para que se produzca la participación, es imprescindible que haya una relación entre ellos y las necesidades, las aspiraciones o las expectativas individuales. La soberanía reside en y fluye de las personas de un país. Después de las elecciones, los partidos han de convertirse en gobierno: en asunto de todos y, en Por eso la responsabilidad es la primera de las virtudes públicas que vale la pena considerar. Pero también entre el ambiente que les rodea y su voluntad de intervenir de manera activa en ciertos asuntos públicos. Entre sus ensayos más conocidos se encuentran "La deuda política de México"; "Mirabeau o las circunstancias" y "En busca de la democracia municipal". Respuestas, 35 Científicos aún debaten sobre el impacto de la falta de sueño, Hombre alérgico a su semen se enferma cada vez que tiene orgasmos, ¿Los psicotrópicos son una cura para la mente? Relaciona la participación con otros tres conceptos fundamentales de la teoría política: la representación, la legitimidad y la gobernabilidad. Una virtud que no conocieron ni los griegos ni los romanos, enamorados de la libertad pero ignorantes de la verdadera compasión. La búsqueda de tal . Afiliación a los partidos políticos. Quien cree no participar en absoluto, en realidad está dando un voto de confianza a quienes toman las decisiones: un cheque en blanco para que otros actúen en su nombre. Y ahora mismo, uno de los problemas teóricos y prácticos de mayor relevancia en las democracias occidentales consiste en evitar que las grandes organizaciones partidistas se desprendan de la vida cotidiana de los ciudadanos. No digo que aquellas críticas sobre los partidos sean falsas. Si para las antiguas ciudades griegas participar y representarse eran una y la misma cosa, y para el largo periodo medieval sólo cabía la representación de Dios a través de los reyes y su voluntad personal de escuchar a veces a ciertos representantes del pueblo, para nosotros ya no cabe la idea de la representación más que ligada al gobierno: nuestros representantes son nuestros gobernantes, y sólo pueden ser nuestros gobernantes si efectivamente nos representan. 4. Y ese cambio ha llevado, a su vez, a la revisión paulatina de las divisiones de competencias entre órganos y niveles de gobierno que habían funcionado con rigidez. Con más frecuencia de la que quisiéramos, por el contrario, nos encontramos con formas de participación que tienden más a destruir que a construir nuevos espacios para el despliegue de las libertades humanas o para el encuentro de la igualdad. En ese sentido, el Estado debería garantizar tres niveles de derechos: los derechos políticos, civiles y sociales. Vea también Democracia representativa. En su forma clásica, la democracia es una manera de gobierno u organización social en la cual el poder lo ejerce la mayoría de los ciudadanos a través del voto. No obstante, los participantes argumentaron que la democracia no se limita a la «buena gobernanza» (o incluso a expresiones más limitadas como «una gobernanza suficientemente buena») y es fundamental para el desarrollo, ya que abarca no solo las instituciones y los procesos más Peschard, Jacqueline, La cultura política democrática, Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, núm. Esto no quiere decir, sin embargo, que la participación ciudadana se agote en las elecciones. Es obvio que a finales del siglo XX los problemas que afronta un gobierno son mucho más complicados que a principios del X[X; pero también lo es que el desarrollo tecnológico ha incrementado sus posibilidades de respuesta. El mismo principio explica el llamado derecho de revocación del mandato o de reclamación, que asegura la posibilidad de interrumpir el mandato otorgado aun determinado representante político, aunque haya ganado su puesto en elecciones legítimas, o bien modificar el curso de una decisión previamente tomada por el gobierno. En una democracia, todas las personas merecen respeto y consideración. La participación política es el conjunto de acciones llevadas a cabo por los ciudadanos que no están necesariamente involucrados en la política de forma directa, y cuya acción pretende influir en el proceso político y en el resultado del mismo. En Chile, la democracia tiene fuente constitucional, pues sienta sus bases en la Constitución Política de la República donde se establece la organización y atribuciones de los poderes públicos como también se reconocen y garantizan los derechos humanos. Pero además lo hemos abordado desde una perspectiva democrática, lo que supone que la soberanía entregada a los pueblos les impone también ciertas obligaciones. El medio político, social y económico, en efecto, y los rasgos singulares de los seres humanos que deciden formar parte de una organización, constituyen los motores de la participación: el ambiente y el individuo, que forman los anclajes de la vida social. Y aun en medio de la participación puesta en marcha, algunos aportarán más esfuerzo, más tiempo o más recursos que los demás. En el orden de ideas que la democracia participativa complementa, suple y fortalece la democracia representativa, la participación ciudadana, entendida en la elaboración, ejecución y. Hasta antes de las revoluciones de independencia de los Estados Unidos y de las ideas surgidas de la Revolución francesa, no existía la representación democrática en el sentido que ahora le damos a esa palabra, sino otra de carácter orgánico: se representaban los grupos organizados a través de su oficio, de sus actividades profesionales, frente al poder estatuido. es el instrumento a través del cual el Ejecutivo del Estado, el Congreso y los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores de la entidad, someten a consideración de la ciudadanía por medio de preguntas directas temas de amplio interés en el Estado. Para decirlo en términos llanos, la representación estaba confundida con lo que ahora entenderíamos como participación: era una forma de sustituir la presencia de los intereses aislados ante la soberanía del rey, pero nunca de formar parte en las decisiones finales tomadas por el gobierno. Es colaborador permanente, entre otros medios nacionales y especializados, del periódico La Jornada y de la revista Nexos. Es una forma de democracia en la que tienen mayor participación en la toma de las decisiones políticas que la que les otorga tradicionalmente la democracia representativa. Camps, Virtudes públicas, EspasaCalpe, Madrid, 1990. La idea del "ciudadano total", ése que toma parte en todos y cada uno de los asuntos que atañen a su existencia, no es más que una utopía. Participar, en principio, significa "tomar parte": convertirse uno mismo en parte de una organización que reúne a más de una sola persona. Pero sí es preciso que los espectadores no pierdan de vista el espectáculo. En sus inicios, la democracia moderna tuvo sus primeras experiencias sin la presencia de partidos tal y como hoy los conocemos. De ese equilibrio depende la llamada gobemabilidad de un sistema político que, generalmente, suele plantearse en términos de una sobrecarga de demandas y expectativas sobre una limitada capacidad de respuesta de los gobiernos. Si bien son éstas las que han de asumir mayores compromisos con el mantenimiento y el respeto a las reglas del juego que hacen posible la democracia, lo cierto es que esa forma de gobierno seria imposible sin un conjunto mínimo de valores éticos compartido por la mayoría de la sociedad. En la democracia directa, a diferencia de la representativa, es el ciudadano, de forma personal e individual, el que tiene voz y voto en . El filósofo escocés estaba convencido de que las instituciones de gobierno -como los representantes políticos y los debates parlamentarios- servirían para moderar nuestros deseos impulsivos y. Pero ocurre que la mayor parte de las personas suele luchar por satisfacer sus intereses y sus necesidades individuales antes que permitirse el sacrificio por los demás. Ya no son los viejos programas gubernamentales que se consideraban responsabilidad exclusiva de los funcionarios nombrados por los líderes de los poderes ejecutivos, sino políticas en las que la opinión de los ciudadanos cuenta desde la confección misma de los cursos de acción a seguir, y también durante los procesos que finalmente ponen en curso las decisiones tomadas. La palabrapartici4>ación ha ido cobrando así nuevas connotaciones en la administración pública de nuestros días. Pero todas ellas muestran la enorme variedad de posibilidades que arroja la sola idea de la participación: tantas como los individuos que forman una nación. Ser libre, en cambio, es ser responsable. Aquella idea no distinguió clases sociales ni diferencias raciales, pero ya habían pasado los tiempos - si es que alguna vez los hubo realmente - en que el pueblo podía presentarse en una asamblea pública a tomar decisiones. Y de ahí también que la democracia, entendida ahora como la participación efectiva de todos los habitantes de la ciudad - y no sólo de quienes pertenecían al rango de ciudadanos -, resultara para aquellos filósofos una forma perversa de gobernar. No obstante, las que interesan a estas lineas son las que pueden tener lugar en la democracia. Es verdad que mientras más estímulos políticos reciba una persona de su entorno inmediato, más inclinaciones tendrá a participar en asuntos colectivos y más profunda será su participación. Hace tiempo que desapareció la posibilidad de volver a una especie de democracia directa, sin representantes entre la sociedad y el gobierno, sin partidos políticos y sin parlamentos legislativos. Historia de la democracia en Costa Rica. Ahora hay que agregar que sin esa forma de participación todas las demás serían engañosas: si la condición básica de la vida democrática es que el poder dimane del pueblo, la única forma cierta de asegurar que esa condición se cumpla reside en el derecho al sufragio. La democracia, según sus raíces etimológicas significa "el gobierno del pueblo", lo cual tiene a su vez dos elementos esenciales que lo marcan: la libertad y la igualdad, condicionamiento para vivir en armonía. No es frecuente, sin embargo, que los espectadores se conviertan eñ dirigentes. La democracia es una forma de gobierno en la que se plantea que el poder político es ejercido por los individuos pertenecientes a una misma comunidad política, es decir a los ciudadanos de una nación. A raíz del complejo momento social que vive Chile, se ha desatado un debate un tanto desordenado durante los últimos meses . En las democracias modernas, cada vez se gobierna menos en función de manuales y procedimientos burocráticos, y más en busca de las mejores respuestas posibles a las demandas públicas. Para ello, En el aula escolar se deben impartir conocimientos acerca de la participación democrática que luego puedan aplicarse con la comunidad o las instituciones que los gobiernan, y lograr así que los educandos tengan la plena autonomía de gestionar y de ser interlocutores en escenarios como la escuela, la comunidad y el municipio. La participación ciudadana se asocia con mecanismos de democracia directa, por ejemplo iniciativa de ley, referéndum, plebiscito, consulta pública, revocación del mandato, así como la integración de consejos ciudadanos en organismos públicos para el diseño o reorientación de políticas públicas. De la congruencia de estímulos externos - surgidos del ambiente en el que tiene lugar la organización colectiva -, y de motivos individuales para participar, surge naturalmente la confrontación de opiniones, de necesidades, de intereses o de expectativas individuales frente a las que ofrece un conjunto de seres humanos reunidos. La consulta popular es el instrumento a través del cual el Ejecutivo del Estado, el Congreso y los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores de la entidad, someten a consideración de la ciudadanía por medio de preguntas directas temas de amplio interés en el Estado. De ahí, en fin, que no pocos autores hayan acabado por contraponer los términos de representación y de participación como dos vías antagónicas en la construcción de la democracia. Ni significa tampoco que los votos sean la única forma plausible de darle vida a la participación democrática. ¿Qué musculos trabaja el puente invertido? Por supuesto, es indispensable la más nítida representación política de la voluntad popular -y para obtenerla, hasta ahora, no hay más camino que el de los votos y el de los partidos organizados-, pero al mismo tiempo es preciso que en ese régimen haya otras formas de controlar el ejercicio del poder concedido a los gobernantes. Responsabilidad, tolerancia y solidaridad son valores públicos que se entrelazan, por último, con uno más amplio que los abarca: la justicia. De modo que en esas ciudades tampoco había conflictos entre mayorías y minorías, pues las decisiones se tomaban por consenso. Pero también tendría que tomar en cuenta las condiciones políticas que rodean la participación: las motivaciones externas que empujan o desalientan el deseo de formar parte de una acción colectiva, y el entramado que forman las instituciones políticas de cada nación. Por último, la solidaridad: ese término difícil y controvertido que, sin embargo, nació desde los primeros momentos de la Revolución francesa, esa revolución de occidente en busca de libertad, igualdad y fraternidad: la libertad puede existir sin igualdad - escribió Octavio Paz - y la igualdad sin libertad. La democracia es una forma de vida que hacemos cada día cuando impulsamos la práctica de valores como la justicia. No obstante, la primera es mucho más flexible que la segunda y es también menos conocida, aunque su nombre se pronuncie con más frecuencia. Conductos todos en los que resulta indispensable, para un régimen democrático, contar con su contraparte social: la participación de los ciudadanos. Luego nos detendremos en algunos de los detalles que supone la participación ciudadana en un régimen democrático. El Instituto Federal Electoral, a través de su Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica, publica la colección Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática con el propósito de contribuir a la comprensión de la democracia como forma de gobierno y estilo de vida. Para el Dr. Sinesio López, la ciudadanía va de la mano . Elabora una línea del tiempo con las fa- La democracia moderna, como gobierno de la mayoría de la población, comenzó a aparecer en la segunda mitad del siglo XVII-XVIII junto con el sufragio universal, luego de la abolición generalizada de la esclavitud y la sanción de constituciones que no reconocían los derechos humanos. Si se mira hacia todos los países del orbe y no sólo hacia el occidente de mayor desarrollo, se observará claramente que esa forma de gobierno sigue siendo privilegio de unas cuantas naciones. Partamos de las responsabilidades. Gobernabilidad y legitimidad: palabras concatenadas que se entrelazan en la actividad cotidiana de los regímenes democráticos a través de los conductos establecidos por las otras dos palabras hermanas: representación y participación. Incluso, que el exceso de participación lleve al caos social, tanto como su anulación definitiva al autoritarismo sin máscaras. Aquella idea de la responsabilidad que atañe a los gobiernos de los regímenes democráticos atraviesa también, inexorablemente, por el comportamiento de los ciudadanos. Como participa la ciudadania en la democracia Cómo pueden participar todos los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones del gobierno Da tu participación democrática en tu comunidad de lo menos a lo más grande que puedas hacer Importancia de la participación ciudadana en una democracia Ejemplos de participación ciudadana Posts Relaciionados: Es legal tener una relación con alguien mayor que tú por un año? ¿Por qué? Respuestas, 37 Llegados a este punto, los matices democráticos comienzan a ser cada vez más fríos. Merino es actualmente profesor-investigador en el Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México y preside el Consejo Directivo del Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública. ¿Cómo saber si una raíz es racional o irracional? No sólo es imposible que cada individuo participe en todo al mismo tiempo, sino que también lo es que todos los individuos desempeñen exactamente el mismo papel. Ciertamente, los gladiadores juegan el papel principal, pero su actuación carecería de todo sentido si no fuera por los espectadores. En noviembre de 1863, Abraham Lincoln pronunciaba un discurso en la ciudad de Gettysburg donde consagraría la definición de la democracia como "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".Esta frase se transformaría en una de las definiciones más controversiales de nuestro tiempo, por cuanto sabemos que aquel ideal democrático rara vez se cumple. De acuerdo con esa clasificación, sólo los miembros de la última categoría se sentirían llamados a una verdadera participación ciudadana y sólo ellos le darían estabilidad a las democracias. La situación económica actual del país está en la "cuerda floja" Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples del 2013 a nivel nacional un 29.6% de los hogares se encuentran en pobreza. Un pequeño grupo de gladiadores se baten fieramente para satisfacer a los espectadores que los observan y quienes tienen el derecho de decidir la batalla. Por medio de ellas podemos participar activamente en las actividades públicas sin ser parte de algún partido político.